miércoles, 1 de diciembre de 2010

Rayano en lo sublime

Es el final, ¿está claro?, un final clásico.

El personaje se aleja para que tú te alejes, para que te separes de su desvalimiento. El zoom hace su efecto, y cada vez se le ve mas allá, perdiéndose entre sus dunas, todas las que tú has creado, y que ahora serán morada suya por siempre.

Tal vez algún día salga de ellas, al fín y al cabo, esto es una película, y las películas siempre tienen segundas partes (o no). Pero esa es otra historia, y la única que motivaría una secuela del film, pues este ha agotado su argumento.

Ya no hablaré, ni escribiré mas de ello, no lo merece.

Dejamos al personaje entre sus dunas, en el desierto, donde a pesar de las chiribitas que provoca el sol, y de todo su estentóreo brillo, se vislumbra, con tristeza, que pronto la pantalla se pondrá en negro, como todo.

1 comentario:

  1. Me gusta encontrar mis cosas entre otras que no tienen nada que ver.
    Y me encanta como describes.

    Espero que no digas lo que pienso (o sí), a veces es mejor.

    Besitos de helado de nueces de macadamia.

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