martes, 31 de marzo de 2009

El Concurso de Acreedores

Habíamos pensado formar un grupo de música, o, déjame pensar... quizá no, quizás solo lo pensé yo. Bueno, al caso, que llegamos a la conclusión de que el mejor nombre para el mismo tenía que ser algo relacionado con lo jurídico, dado aquello de que sus integrantes estaban llamados a ser algún día –mas tarde que pronto, por desgracia– juristas.

Seamos francos, un par de dopondios hablando durante una clase de la facultad. ¡Que cosa se te queda mejor en la cabeza que lo que te cuenta un compañero a mitad de la lección...? Es algo abrumadoramente sorprendente. Espero algún día conseguir un grado de retención de la explicación del profesor la mitad de intenso que el de aquella forma de aprender cosas inútiles, de esas que solo sirven para jugar al trivial, y ni eso.

Mi compañero propuso la figura del tercero hipotecario como aspirante serio a categorizar nuestra alegoría al mal gusto en forma de grupo musical, sin embargo mi propuesta, justo al instante de pronunciarla, adquirió el status por méritos propios de nombre del dueto; El Concurso de Acreedores.

Y es que es un edad peligrosa. Nada mas sobrepasar la veintena uno bordea el filo de la presunta madurez y juega con un lenguaje críptico a medio camino entre la sensatez y la niñez, para nada apotropaico. Es decir, en cristiano, que no se le hacen ascos a cultismos refinados sazonados con expresiones de patio de colegio, dándole a cualquier conversación ese carácter de eminente cantina universitaria.

Nada mas terminar la clase consideramos que nuestra presencia en la estancia no era acorde con los criterios subjetivos de estética y orden, en una vista de lo cotidiano mas típica de Ortega y Gasset que de dos zascandiles como nosotros. El caso era, para qué ocultarlo, que la cantina nos llamaba a gritos y, nosotros, atraídos por el olor a ensaladilla rusa, permitimos que el embrujo de la estética se apoderara de nosotros y seguimos el dictamen del zumo de cebada y la tapa, dejando la clase en un inmaculado orden heleno con la proporción áurea de butacas-estudiantes perfectamente encuadrada.

La realidad era clara, y es que son mucho mejores los coloquios con el cantinela en la barra acerca del tiempo y lo cotidiano mientras esperas a que repongan la ensaladilla rusa, que el procedimiento jurídico administrativo, qué duda cabe.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Cumulonimbos iniciáticos.

Cumulonimbo: son nubes de gran desarrollo vertical, que internamente están formadas por una columna de aire cálido y húmedo que se eleva en forma de espiral rotatoria que tiene un sentido antihorario en el hemisferio norte y horario en el hemisferio sur.

Iniciación: es la incursión que hace la conciencia a nuevas dimensiones de la realidad.

Lo de los canteros se queda en aficionados comparado con mi blog, aun así estais a tiempo de desistir antes de transitar por el Noble sendero de Ocho vías, camino al Nirvana.

domingo, 22 de marzo de 2009

Tercera Entrada

Seguro que nadie esperaba después de la temática de mi primera entrada una segunda así. Lo cierto es que es muy probable que así sea, pero no ya porque tengan poco que ver -que, efectivamente, es así, salvo por quien las suscribe-, sino porque nadie lee esto, salvo quien tiene que hacerlo.

Y con ello me siento lleno.

sábado, 21 de marzo de 2009

La Teoría de los Universos Múltiples

La mecánica cuántica es la rama de la física que comenzó a desarrollarse a principios del siglo XX para explicar el comportamiento de los átomos y moléculas. Su fundamento radica en que las partículas tienen naturaleza ondulatoria y que las ondas tienen naturaleza corpuscular. Su tópico más destacado es el principio de incertidumbre de Heisenberg, por el cual no podemos establecer simultáneamente la posición y la velocidad de una particula con precisión arbitraria. Esta indeterminación, aunque despreciable en el mundo macroscópico, es trascendental a escala atómica.

La naturaleza ondulatoria de las partículas da lugar a fenómenos inusuales, tales como el denominado efecto túnel cuántico, por el cual un núcleo de helio puede saltar de repente desde un núcleo de uranio y causar su desintegración radiactiva. La resolución de las ecuaciones cuánticas de onda permite establecer la probabilidad de encontrar una partícula en diversos lugares.

En una de las interpretaciones, esta línea argumental conduce a la Teoría de los Universos Múltiples de la mecánica cuántica, ségún la cual, existe un universo paralelo por cada uno de esos lugares en los que la partícula es detectada.

En este marco, el universo no contendría una única historia, sino muchas en paralelo. Experimentar una de esas historias, como en la práctica hacemos, es similar a viajar en un tren que va del pasado al futuro. A modo de pasajeros, contemplamos la sucesión de los acontecimientos como si fueran estaciones situadas a lo largo de la vía, dejamos atrás el Imperio romano, la Segunda Guerra Mundial, etc. Pero el universo podría ser como un gigantesco patio de maniobras, con muchas vías entrelazadas. Junto a la nuestra hay una vía en la que la Segunda Guerra Mundial nunca tuvo lugar. El tren está encontrando constantemente cambios de vía en los que puede tomar cualquiera de las bifurcaciones. Antes de la Segunda Guerra Mundial pudo haber existido un momento en el que Hitler estuviera a punto de ser asesinado, lo que conduciría el tren a la vía en la que dicha guerra no ocurrió.

Según la Teoría de los Universos Múltiples, cada vez que se registra una observación o se toma una decisión, se produce una bifurcación en la vía.

viernes, 20 de marzo de 2009

Epílogo Mental

La intención máxima que sustenta la creación de este blog es dar muerte a la idea redundante de dar por el usufructo, figura jurídica con un gran desarrollo en Derecho Romano que llega hasta nuestros días. Por eso se llama epílogo (mental, concretamente, al dar fín a un pensamiento).

Rechazo la bajeza y la mediocridad, aunque a veces me alcancen sus afiladas zarpas, ya que ninguno estamos libres de su omnipresencia; ¿quiere ello decir que no somos libres ya que -aun no queriéndolo- estamos sometidos a su yugo (y flechas)? Es probable (o quizá no), pero aspiro a alcanzar un grado de libertad lo más pleno posible al expresarme, querido lector (la activación intelectual que se produce mediante estímulos involuntarios en tu ser al leer la palabra lector y saberte directamente receptor de estas líneas -pese a que, tácitamente, ya lo fueras- es no menos que curiosa, ¿verdad?).

Es una lástima que el Teorema de Fermat esté ya resuelto y no pueda aburriros a base de intentos mecánicos con números distintos hasta dar con uno que cumpla la igualdad. Pero siempre podemos hablar de otras cosas, verbi gratia, la familia Engraulidae, es decir, las anchoas, boquerones y demás (no confundir con el plátano de Canarias).

Como habrás deducido, soy presuntuoso. Aunque igual no has atisbado pizca de vanidad, luego tanto quizá no lo sea. El cliente tiene siempre la razón, excepto cuando se equivoca.

Ya he escrito bastante.