Realmente no sé cuando me cansé de todo, tal vez hace mucho tiempo, quizás demasiado. Me hastié, y ahí sigo. La vida.
No tienes por qué entender nada. Realmente me gusta que no se entienda, porque siempre que alguien dice que me entiende me malinterpreta.
Renuncié hace tiempo a la esperanza de un alto grado de comprensión recíproco. Bueno, no del todo. He de salvar aquellas ocasiones en las que camino a altas horas de la madrugada. Las estrellas son la notaría de que a veces tiene sentido hablar con alguien.
Y es que el camión de la basura no puede con la armonía.
Lo entiende quien debe entenderlo. Como todo.
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