viernes, 25 de febrero de 2011

Acerca de Gaddafi

Para quien no lo sepa, Muammar al-Gaddafi, conocido abreviadamente como Gadafi, es el líder de la Gran Jamahiriya Árabe Libia Popular Socialista, es decir, de Libia.

Os preguntareis el por qué del nombre tan rimbobante del país. Es simple. En 1969 Gadafi tomó las riendas de su patria a través de un golpe de estado que derrocó el régimen del primer y único rey de Libia, Muhammad Idris al-Sanusi (mas conocido como Idris I de Libia). Gadafi, en un acto de valentía digno de Jaime el Conquistador, aprovechó la estancia temporal del rey en el extranjero (que se estaba sometiendo a un tratamiento médico) para dar el golpe.

Tras el derrocamiento del rey, Gadafi se proclamó "Hermano Líder y Guía de la Revolución", con todo lo que eso conlleva. Y es que, como el lector sabrá (o al menos intuirá), existen una serie de iluminados en el mundo que opinan en base a su pseudoideología-cosmovisión, no sólo que ellos tienen la llave de la felicidad de los demás, sino que además están legitimados para imponerla, en un acto genuino de bondad y sacrificio.

En ese sentido, al igual que iluminados posteriores, y no menos anormales que el libio (véase Chávez, y su República Bolivariana), esta clase de eruditos, adalides de la libertad, entienden que su forma de entender la vida, es tan positiva e indiscutible, que nada mejor que meter a todos en el saco, estén o no de acuerdo, y modificar el nombre de la nación, caracterizándola ad extra por esa forma de pseudopensamiento.

Elló llevo a que Libia cambiara su denominación oficial por la antedicha, donde figura la palabra Yamahiriyya, que viene a ser algo así como Estado de las masas, del que se traduce ese halo de pensamiento único tan digno de cualquier dictadorzuelo gilipollas.

Pero al fín y al cabo, el nombre es lo de menos. Lo importante son las personas, y como es obvio, las personas, en Libia, no cuentan. No es de extrañar por tanto que durante su largo mandato el lider libio haya sido blanco de diversos intentos de asesinato, ya sea estando detrás los yankis(en su afán por meter las narices en todo), o los propios militares libios.

¿Por qué se ha sustentado este payaso (que viste como un maharaja daltónico) en el poder? Las democracias occidentales lo tenían claro. Libia es un país rico en recursos minerales, y a occidente eso le interesa, así que si el gobierno libio proporciona buenas materias primas a buen precio, estupendo, y ya ellos (los pobres libios que sufren al cantamañanas este) que se apañen como puedan (eso vale tambien para Teodoro Obiang, por ejemplo).

¿Qué es lo que pasa ahora? Que los libios se han puesto flamencos, y como en el fondo a los líderes occidentales este tio les importa treinta y tres, le han dicho que allá se apañe, que por el interés te quiero Andrés, y si no estás tú, ya vendrá otro que nos de petróleo. Lo de siempre, vamos.

Pues bien, ahora, Gadafi, dice -a diferencia de otros líderes africanos, que han aceptado dejar el poder ante la abrumadora presión de sus súbditos, a los que no debían tener muy contentos- que no se va. Y para eso se sirve de mercenarios a los que bien paga, porque hasta su propio ejército se le ha puesto en contra. Habría que preguntarse tal vez si su guardia personal de doscientas amazonas (vírgenes) le sigue siendo todavía fiel.

Su fin será digno de su vida. Un esperpento.

Y yo que me alegraré.

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