Va y le dice, al tío:
-Oye, que vas tal vez algo ebrio.
Y no le faltaba razón, pues las líneas se entremezclaban entre el pensamiento críptico y la pantalla. Cuando menos, pues, la borrachera, aunque fuera mental, andaba ahí.
Pero eso quizás pasaba siempre.
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Y esas (las borracheras mentales) veces son las peores)...si no vas al volante...
ResponderEliminar;)